martes, 22 de septiembre de 2009




.. juntaba una hojita al borde de la vereda y hablaba con ella un rato, se la paseaba por la palma de la mano, la acostaba de espaldas o boca abajo, la peinaba, terminaba por quitarle la pulpa y dejar al descuibierto las nervaduras, un delicado fantasma verde se iba dibujando contra su piel.

Etienne se la arrebataba con un movimiento brusco y la ponía contra la luz.

Por cosas así la admiraban, un poco avergonzados de haber sido tan brutos con ella,
y la Maga aprovechaba para pedir otro medio litro y si era posible algunas papas fritas.

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